Apple y BYD trabajaron mancomunadamente durante años para desarrollar una batería específicamente para el carro autónomo de la marca de la manzana.

Hace un tiempo, la noticia de que Apple ponía fin a su proyecto de carro eléctrico sorprendía a la industria automotriz. El desarrollo en el que invirtió más de 10.000 millones de dólares durante una década no iba más. Y es que, a pesar de los avances tecnológicos y colaboración con socios estratégicos, la realidad económica y la complejidad del proyecto llevaron a cancelar la iniciativa automotriz.

Ahora, un reciente informe de Bloomberg develó un dato que no se había conocido. Apple había estado trabajando en secreto con BYD. Juntos, desde 2017, intentaban desarrollar baterías personalizadas de fosfato de hierro y litio (LFP) de largo alcance para alimentar el auto eléctrico de la compañía de la manzana.

Este proyecto secreto, a cargo de ingenieros estadounidenses y chinos, combinaba la experiencia de Apple en gestión térmica y sistemas avanzados de baterías, con las técnicas de fabricación avanzadas de BYD.

Aunque los detalles sobre el carro de Apple han sido siempre escasos, la magnitud de la inversión y la colaboración con BYD mostraban una clara intención de innovar en un mercado dominado por grandes marcas automotrices. Las baterías de LFP de la empresa china, que hoy alimentan a muchas marcas en todo el mundo, habrían jugado un papel crucial en el desarrollo del carro del gigante tecnológico.

No obstante, Apple decidió a principios de este año que el desarrollo de su auto era insostenible financieramente, poniendo fin a una década de trabajo y ambición. Su decisión no significa que haya abandonado por completo la industria automotriz. De hecho, sigue colaborando en el desarrollo de sistemas de conectividad avanzados para vehículos.

También se ha especulado sobre posibles asociaciones futuras con empresas como Rivian, aunque no hay información oficial al respecto. Aun así, el intento de Apple por diseñar su propio vehículo desde cero ha terminado de manera abrupta.

Entre tanto, Xiaomi ha logrado lanzar al mercado uno de los carros eléctricos más interesantes, tras invertir una suma millonaria, aunque aún no se sabe el monto exacto. Huawei, por su parte, ha apostado por la colaboración con fabricantes, ofreciendo sistemas y tecnologías que complementen el desarrollo de automotores eléctricos, en lugar de producir autos directamente.

Es de anotar que este paso atrás de Apple deja una lección clara: no basta con tener recursos ilimitados para innovar en el sector automotor. La cancelación de este proyecto es un recordatorio de que la creación de un carro eléctrico no solo requiere de grandes inversiones, sino de un profundo conocimiento en áreas como la fabricación, algo que las empresas tecnológicas aún están aprendiendo.